Ecologistas en Acción de Badajoz, ha solicitado y advertido a las autoridades responsables (Confederación Hidrográfica del Guadiana, Dirección General de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura y SEPRONA) en el ámbito de sus respectivas competencias del cumplimiento de las normativas sobre la protección de la Zepa “Azud del Guadiana” a su paso por Badajoz, ante los impactos y riesgos medioambientales que se producen y se proyectan en esta zona.
Este entorno, a pesar de su alto grado de transformación, goza de una relativa buena salud y de una calidad ambiental más que destacable, sobresaliendo la vegetación fluvial en toda la margen izquierda, que mantiene una gran diversidad de árboles y arbustos característicos de riberas fluviales y también de fauna especializada (de aves principalmente, reconocido por la Administración como espacio Zepa), que llega a ser un espectáculo aprovechado por la población pacense, que utiliza el Puente Viejo, el Paseo fluvial y el camino paralelo a éste, entre la “autopista” y el Puente Real, que discurre entre bosques ribereños de frondosas de gran interés educativo e incluso turístico. Especialmente destacable es la colonia de garzas entre los puentes Viejo y de la Universidad, dónde crían centenares de garcillas bueyeras, martinetes y garcetas, un auténtico espectáculo al alcance de los pacenses que sería la envidia de muchas ciudades como Badajoz, y que tiene un escaso aprovechamiento aquí.
En lugar de este uso, que puede ser perfectamente compatible con los bares y terrazas del Paseo Fluvial, se permite la corta y el incendio de parte de la vegetación ribereña (adyacente al Puente Viejo), presuntamente por parte de algunos empresarios de estos bares, circunstancia denunciada al SEPRONA por viandantes concienciados, según han informado a Ecologistas en Acción, que se ha prometido mantenerse en alerta ante esta amenaza.
Este entorno, a pesar de su alto grado de transformación, goza de una relativa buena salud y de una calidad ambiental más que destacable, sobresaliendo la vegetación fluvial en toda la margen izquierda, que mantiene una gran diversidad de árboles y arbustos característicos de riberas fluviales y también de fauna especializada (de aves principalmente, reconocido por la Administración como espacio Zepa), que llega a ser un espectáculo aprovechado por la población pacense, que utiliza el Puente Viejo, el Paseo fluvial y el camino paralelo a éste, entre la “autopista” y el Puente Real, que discurre entre bosques ribereños de frondosas de gran interés educativo e incluso turístico. Especialmente destacable es la colonia de garzas entre los puentes Viejo y de la Universidad, dónde crían centenares de garcillas bueyeras, martinetes y garcetas, un auténtico espectáculo al alcance de los pacenses que sería la envidia de muchas ciudades como Badajoz, y que tiene un escaso aprovechamiento aquí.
En lugar de este uso, que puede ser perfectamente compatible con los bares y terrazas del Paseo Fluvial, se permite la corta y el incendio de parte de la vegetación ribereña (adyacente al Puente Viejo), presuntamente por parte de algunos empresarios de estos bares, circunstancia denunciada al SEPRONA por viandantes concienciados, según han informado a Ecologistas en Acción, que se ha prometido mantenerse en alerta ante esta amenaza.
Vegetación palustre que permite una gran biodiversidad ornitológica
Desde este puente, muy utilizado por los pacenses y visitantes puede observarse además de los densos bosques fluviales y de espectaculares aves como martines pescadores, avetorillos o vencejos reales, gran cantidad de basura, ratas (a plena luz del día), patos domésticos que contaminan genéticamente a los silvestres y enormes galápagos de florida liberados por los propietarios y habituados ya a este entorno donde suponen un gran impacto sobre las dos especies de galápagos autóctonos del Guadiana.En otros puntos, a la altura aproximada de los multicines próximos al Paseo Fluvial, en pleno casco urbano, los vertidos de aguas residuales sin depurar, tan habituales y permanentes que resulta difícil de considerar como “accidentes” como señala la Administración, contaminan el río y producen olores nauseabundos con un efecto insalubre absolutamente inaceptable.
Lo último, sobre lo que Ecologistas en Acción quiere llamar la atención, es sobre los daños que pueden causar a la colonia de garzas mencionada más arriba, los usuarios de embarcaciones y, más concretamente, de las canoas e hidropedales de la empresa que próximamente se instalará en el embarcadero aguas arriba del Puente Viejo. Una correcta señalización y delimitación de esta colonia que garantice su protección en las propias aguas del Guadiana para impedir el acercamiento de los usuarios de embarcaciones, podría ser suficiente para evitar el abandono y pérdida de la colonia, aunque podría ser apoyada por una necesaria vigilancia e incluso por una campaña de información y valorización de este fantástico recurso natural y social que es el río Guadiana. Siendo una forma del tan nombrado “desarrollo sostenible” en el que se compaginan ocios desde distintos criterios y que confluyen en el deseo mutuo de la conservación de la naturaleza.
La regulación del uso de un espacio como el río es necesario para que se conserve su valor, compaginando sus usos de forma compatible, dando cumplimiento a las normativas vigentes que le protegen.